El paso del almirante Flavio Viana Rocha por Argentina es todo un signo del intento de las administraciones de Fernández y Bolsonaro por revitalizar el vínculo entre ambas naciones, tras los cortocircuitos que se registraron en la primera mitad de 2020. En ese sentido, según fuentes oficiales, uno de los ejes centrales será intentar avanzar en un posible encuentro entre los mandatarios, que hasta ahora se viene postergando por la pandemia y por estas diferencias, que comenzaron a esfumarse.
Rocha llega al país invitado por su par argentino, Gustavo Béliz, y estará acompañado en cada reunión por el embajador argentino ante Brasilia, Daniel Scioli, con el que mantiene un estrecho vínculo. Así la relación se aceitó tanto en el último tiempo que fue el propio funcionario brasileño el que intercedió para que Bolsonaro reciba al ex candidato presidencial en el Palacio de Planalto y le garantizara que no se verían afectadas las compras de trigo a la Argentina. “Me dio la tranquilidad de que están garantizadas las exportaciones a Brasil”, escribió luego el ex gobernador en su cuenta de Twitter.
La primera jornada de Rocha se inicia con Béliz, con el que mantendrá un encuentro introductorio en el que abordarán cuestiones “macro” de la relación bilateral. Se le transmitirá la intención argentina de profundizar los lazos en materia energética, de defensa e infraestructura.
Luego se espera que se concrete el encuentro con el ministro de Economía, Martín Guzmán. Brasil es el principal socio comercial de la Argentina, destino de buena parte de las exportaciones y proveedor de insumos clave en los procesos productivos de la industria local. La intención del Gobierno es profundizar, entre otras cuestiones, la venta de cereales y oleaginosas a ese país.
Uno de los temas que se tratará durante la reunión con Guzmán (que tiene bajo su ala el área de Energía) será la intención del gobierno argentino de avanzar en la construcción de un gasoducto que conecte Vaca Muerta y Río Grande do Sul, Porto Alegre, una mega obra de 1.430 kms que representaría una inversión mínima de US$5000 millones. La idea es incrementar la venta de gas al principal socio del Mercosur.
Más tarde será el turno de Agustín Rossi, ministro de Defensa, que espera dialogar con Rocha sobre la posibilidad de asociarse para fabricar un blindado militar que sea incorporado al Ejército Argentino. Se trata de “Guaraní” una unidad que ya se fabrica para las fuerzas brasileñas. Además, no se descarta que se dialogue sobre la posibilidad de la Argentina de incorporar un submarino de la marina del país vecino en reemplazo del ARA San Juan, que naufragó el 15 de Noviembre de 2017.
Por su parte, Felipe Solá recibirá a Rocha en la Cancillería, en el que será el último encuentro oficial de la jornada. El ministro de Relaciones Exteriores insistirá en profundizar los lazos entre ambas naciones y reflotar la posibilidad de un encuentro entre Alberto Fernández y Jair Bolsonaro. Es que las prioridades para el Gobierno son visitar Brasil, Estados Unidos y China en el corto plazo.
Por la noche, Rocha cerrará la primera jornada de trabajo en Buenos Aires con una cena de la que participarán el embajador Scioli y un grupo de empresarios, aunque la lista de invitados no trascendió.(TN)
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