El aborto en casa con pastillas gana terreno en Estados Unidos, a través de una red transfronteriza impulsada por activistas mexicanas y nuevas normas del Gobierno de Joe Biden, un importante cambio cultural en el país que pretende sortear las trabas a la derogación de este derecho 50 años después del fallo que lo había garantizado.
Históricamente, en EEUU la interrupción voluntaria del embarazo (IVE) fue realizada en clínicas especializadas tras su legalización el 22 de enero de 1973 gracias al fallo Roe vs. Wade, pero la dinámica se ha modificado este último período y en 2020 el aborto con fármacos pasó a ser mayoritario, al representar un 53% del total, según el Instituto Guttmacher.
Este cambio de paradigma viene dándose después de años de una embestida récord de limitaciones a la IVE, que culminó en junio pasado con la anulación de la sentencia que la consideró como un derecho protegido por la Constitución durante casi medio siglo.
Desde entonces, el aborto volvió a quedar en manos de los gobiernos de los estados y 18 de los 50 ya impusieron restricciones, dejando a una de cada tres personas en edad reproductiva sin acceso.
«EEUU pasó de no creer nada en el aborto con medicamentos a creerlo todo. Ahora es como LA opción», dijo a Télam Verónica Cruz, fundadora de la ONG mexicana Las Libres, que hace 22 años promueve este modelo para eludir las barreras a la IVE tanto en México como en la región.
«Se está debatiendo, cuando antes pensaban que era algo de países tercermundistas. Todos esos mitos se están derrumbando muy rápido», agregó.
Redes de acompañamiento
Al impulsar la creación de redes de acompañamiento al aborto seguro en casa, Las Libres fueron pioneras en la despenalización social de la IVE en México, donde en 2021 la Corte Suprema declaró inconstitucional su criminalización.
Su trabajo cruzó una nueva frontera el año pasado, cuando decidieron lanzar un proyecto de acompañamiento en EEUU junto a activistas de ambos países ante la creciente demanda que recibían de los estados conservadores del sur.
La iniciativa fue gestada en enero de 2022 por un centenar de mexicanas y estadounidenses en un encuentro en el estado fronterizo de Tamaulipas y, desde entonces, se realizaron otras tres reuniones para avanzar tanto en la organización, como en la capacitación de nuevos voluntarios.
El trabajo de las redes de acompañamiento consiste en ayudar a aplicar el protocolo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para abortar de forma segura con fármacos sin supervisión médica hasta las 12 semanas, que se realiza con la administración de misoprostol solo -85% de efectividad- o combinado con mifepristona, con 98% de eficacia.
Mientras el primero es de uso libre en México, el segundo lo compran las asociaciones o lo obtienen gracias a donaciones.
Si bien la forma de realizarlo varía según cada situación particular, existen tres vías principales de acción.
Roe vs Wade: el fallo histórico que garantizó el aborto durante casi medio siglo
El histórico fallo de Roe vs. Wade garantizó durante 49 años el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo (IVE) en Estados Unidos, luego de que el 22 de enero de 1973 la Corte Suprema la considerara como un derecho protegido por la Constitución.
La demanda había sido interpuesta en 1969 por una mujer soltera de 25 años, Norma McCorvey, quien bajo el seudónimo de Jane Roe decidió desafiar la ley del sureño estado de Texas que prohibía el aborto, salvo si la vida de la madre estaba en riesgo.
La defensa del estado conservador fue asumida por Henry Wade, el fiscal de distrito del condado de Dallas, por lo que esta batalla legal paso a ser conocida como Roe vs. Wade.
McCorvey estaba embarazada de su tercer hijo cuando afirmó que había sido violada y presentó su caso en tribunales. No obstante, su alegato fue rechazado y la obligaron a dar a luz.
En 1973, su apelación llegó al máximo tribunal, donde su caso se escuchó junto con el de una mujer de 20 años del sureño Georgia, Sandra Bensing.
Ambas argumentaron que las leyes de aborto en dichos estados eran contrarias a la Carta Magna porque infringían el derecho de la mujer a la privacidad.
Tras escuchar los alegatos, los jueces de la Corte terminaron dando la razón a estas mujeres y, con una mayoría de siete a dos, dictaminaron que los gobiernos carecían del poder para prohibir la IVE por considerarla un derecho protegido por la Constitución.
Sin embargo, su mayor garante durante casi medio siglo pasó a ser su verdugo el pasado 24 de junio, cuando avaló la demanda presentada por el sureño estado de Mississippi, que pidió abolir la sentencia de los años 70 para poder aplicar una prohibición al aborto después de las 15 semanas de embarazo.
Este cambio de paradigma se dio gracias a la mayoría conservadora de seis magistrados de los nueve totales que pasó a tener el alto tribunal en octubre de 2020, tras el nombramiento de la jueza Amy Coney Barrett por el entonces presidente Donald Trump.
Desde entonces, el aborto volvió a quedar en manos de los gobiernos de los estados y 18 de los 50 ya impusieron restricciones, dejando a una de cada tres personas en edad reproductiva sin acceso a la IVE.
(fuente Telam)