El presidente Jo Biden aseguró el lunes que los estadounidenses pueden “tener confianza” en que la banca nacional es segura después de una importante quiebra reciente y los temores globales de un efecto dominó.
El mandatario también instó al Congreso y a los reguladores a “fortalecer las reglas” sobre los bancos y aseguró que ninguna de las pérdidas por quiebras bancarias será una carga para los contribuyentes, sino que los fondos provendrán de las comisiones bancarias.
Los reguladores cerraron el Silicon Valley Bank el pasado viernes después de que los depositantes se apresuraron a retirar sus fondos de una vez. Es la segunda quiebra bancaria más grande en la historia de Estados Unidos, después de la de Washington Mutual en 2008.
Después de dos quiebras bancarias, las preocupaciones sobre la estabilidad financiera y la liquidez dominaban el panorama del mercado, dijo Stephen Innes, socio gerente de SPI Asset Management en Hong Kong.
“Dado que el mercado probablemente se dirige hacia un período más turbulento con la inflación estadounidense en curso de colisión con el ‘teatro de la tragedia’ del Banco, ahora probablemente no sea el mejor momento para la euforia de los inversores”, dijo Innes.
Pero la sensación de que las autoridades estadounidenses estaban tomando medidas para limitar «el efecto de contagio» ayudó a calmar un poco la situación, dijo Venkateswaran Lavanya de Mizuho Bank.
