La polémica entre Washington y Florida por el uso de las cocinas de gas se ha intensificado en los últimos meses, debido a un proyecto de ley del Congreso de Estados Unidos, que busca impedir cualquier restricción al respecto y a una posible norma federal que las prohibiría en todo el país por razones de seguridad y salud.
Las cocinas de gas se utilizan principalmente para cocinar, aunque también hay otros aparatos que usan este combustible, como calentadores de agua, chimeneas, generadores y secadoras de ropa.
Según los defensores de estos electrodomésticos, son seguras, confiables y económicas, y brindan a los consumidores la libertad de elegir el tipo de energía que prefieren.
Sin embargo, según los detractores, son una fuente de contaminación en interiores que emite niveles inseguros de dióxido de nitrógeno, monóxido de carbono y otras partículas que pueden afectar la salud respiratoria y cardiovascular de las personas, especialmente de los niños. Además, argumentan que estos electrodomésticos contribuyen al cambio climático al liberar gases de efecto invernadero.
En este contexto, el senador Jay Collins y el representante James Buchanan presentaron un proyecto de ley en el estado de Florida, que prohibiría a los gobiernos locales restringir el uso de estas cocinas y otros electrodomésticos no eléctricos. La propuesta legislativa fue aprobada por el Senado con 33 votos a favor y 4 en contra. Ahora está a la espera de la firma del gobernador Ron DeSantis, quien ya expresó su apoyo a la iniciativa.
Los autores del proyecto de ley dijeron que su objetivo es proteger los derechos y la libertad de los consumidores. Además, aseguraron que la economía de Florida se beneficia gracias al gas natural. Según datos oficiales, este hidrocarburo genera un impacto económico de $3.530 millones y crea 44.000 nuevos puestos de trabajo en Florida cada año.
Un gran escoyo
El jefe de la Comisión de Seguridad de Productos del Consumidor de EE.UU., Richard Trumka Jr., anunció en enero que está considerando la opción de prohibir las estufas de gas mediante una norma federal. El dirigente político consideró estos implementos como un «peligro oculto». Trumka dijo que «cualquier opción está sobre la mesa» y que «los productos que no pueden hacerse seguros pueden prohibirse».
Trumka, se basó en varios estudios científicos que han demostrado los efectos nocivos del uso del gas para la salud y el medio ambiente. Uno de ellos, publicado en diciembre de 2022 en la revista International Journal of Environmental Research and Public Health, reveló que usar estos electrodomésticos en interiores está asociado a un mayor riesgo de asma actual entre los niños.
La posible prohibición federal ha generado el rechazo de la industria de hidrocarburos y de algunos legisladores republicanos. También ha generado preocupación entre algunos consumidores, que prefieren sus clásicas cocinas por su rendimiento y sabor.
La polémica entre Washington y Florida no es un caso aislado. Todo forma parte de un debate más amplio sobre la transición energética hacia fuentes más limpias y renovables. Algunas ciudades como San Francisco y Nueva York, han tomado medidas para limitar o eliminar el uso del gas en edificios nuevos o existentes.
En este sentido, algunos expertos han sugerido alternativas más seguras y ecológicas, como las estufas eléctricas o solares. Estas opciones podrían reducir la exposición a contaminantes en interiores, mejorar la calidad del aire y disminuir las emisiones
