Avanzadas tratativas de venta de la sede de la CGT. Las declaraciones del secretario Adjunto del sindicato de Mecánicos (SMATA), Mario «Paco» Manrique, denunciando que la conducción de la CGT pretendía vender el histórico edificio de Azopardo generó una verdadera revolución en el seno de la central obrera, que salió a desmentir la información. En el medio, quedaron los enojos y críticas de los sectores moyanistas al acto que se desarrolló en el estadio de Defensores de Belgrano.
Si hasta ahora no se dio el quiebre es porque no llegaron las renuncias y se considera que el movimiento obrero debe continuar unido de cara a las elecciones presidenciales «donde un sector importante de la oposición no tiene empacho en anunciar que van a gobernar sacando los derechos laborales», afirmó a un integrante del consejo directivo.
Hipercrítico de la postura de lo que podríamos llamar la mesa chica de CGT, Manrique aseguró que en una reunión, el líder de los estatales (UPCN) y secretario Adjunto de la central, Andrés Rodríguez, informó que estaban avanzadas las tratativas con el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta para vender la sede ubicada en la calle Azopardo.
Remarcó que «están entregando la historia de la CGT. No se puede vender la historia del movimiento obrero. Ahí estuvo el cuerpo de Evita. Ni siquiera se puede poner en consideración. Tenemos un movimiento obrero que perdió hasta la identidad.
El diálogo con iProfesional, el secretario de Prensa y Comunicación de la central obrera, Jorge Sola, rechazó terminantemente que «se haya ni siquiera pensando en vender el edificio de Azopardo, por todo lo que representa tanto para el movimiento obrero como para el Peronismo».
Aclaró que «lo que se habló en la última reunión del consejo directivo nacional fue la necesidad de trasladar toda la atención administrativa de la central y de cada una de las secretarias a los fines de transformar la sede histórica como Patrimonio Arquitectónico Mundial Histórico del Movimiento Obrero Argentino» y agregó que «de esta forma se transformaría en un museo interactivo, con la historia del sindicalismo argentino y concretar un Centro de Capacitación para dirigentes y trabajadores».
Desde la conducción de la CGT descartaron rotundamente la venta de la sede de Azopardo.
El también secretario General del sindicato del Seguro indicó que «la atención se trasladará a un edificio que estamos gestionando con el gobierno nacional». Voceros gremiales destacan la belleza arquitectónica del edificio y la historia que se vive en cada uno de sus rincones o en el salón Felipe Vallese, que tiene «energía propia».
Sin embargo, admiten que hoy no es funcional para el desarrollo de las distintas actividades y de las reuniones de las diferentes secretarías, a las que, como dijo Sola, se las trasladaría a un edificio de la zona de San Telmo.
Para refrendar los dichos de Sola, cabe indicar que la Confederación General del Trabajo (CGT) viene gestionando que el edificio sea promovido como Patrimonio Histórico de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), al tiempo que se recordó que la sede ya fue declarada Monumento Histórico Nacional el 12 de Septiembre de 2007, a través del decreto 1233/2007.
En Agosto de 2022, la CGT propuso a las autoridades del Gobierno que inicie las gestiones ante la UNESCO, ya que lo destacan como «templo del peronismo y el trabajo». Uno de los cotitulares de la central obrera, Héctor Daer, y el secretario de Cultura de la central, Miguel Paniagua, se reunieron con el ministro de Cultura de la Nación, Tristán Bauer, y su par de Educación, Jaime Perczyk, entre otros directivos nacionales y gremiales, para dialogar sobre la inclusión de la sede en la nómina de candidatos de Argentina para ser presentados ante el comité patrimonial de la UNESCO.
Allí, los dirigentes expusieron que «el valor excepcional del edificio está dado por ser testimonio y símbolo como templo del peronismo y el trabajo, que identifica al movimiento obrero argentino, sus conquistas, sus incansables luchas y las transcendentales decisiones que allí se tomaron».
La sede de Azopardo fue inaugurada por el general Juan Domingo Perón el 8 de Octubre de 1950, en un terreno donado por la fundación que presidía su compañera Eva Perón. Remarcaron que «desde sus orígenes fue usado exclusivamente por el movimiento obrero organizado, por el conjunto de organizaciones sindicales confederadas a la CGT».(iprofesional)
LA