Cuando los viajeros internacionales llegan a Argentina después de su estancia en el extranjero, pueden enfrentar inspecciones aduaneras. Si no declaran adecuadamente los artículos que trajeron consigo, podrían recibir una multa cuyo monto será determinado según el caso.
Al regresar al país, todos los viajeros deben completar un formulario de declaración jurada digital. En este documento, deben especificar si traen mercaderías reguladas por el SENASA y si el monto de las mismas es igual o superior a 10 mil dólares estadounidenses. Si el viajero es menor de 16 años, el límite se reduce a 5 mil dólares. No es necesario declarar elementos como ropa, libros, medicamentos recetados y artículos similares destinados para uso personal y no comercial.
Desde 2018, se permite ingresar un celular y una notebook por persona sin pagar arancel, ya que se consideran artículos de uso personal. Para los demás productos no mencionados en la lista anterior, existe una franquicia con un límite máximo de 500 dólares, que se suma a los 500 dólares adicionales que se pueden gastar en productos de los Free Shop. Sin embargo, en caso de exceder esta franquicia, el viajero deberá pagar una multa del 50% del valor excedido en dólares.
Si los productos ingresados están prohibidos, serán confiscados. Por ejemplo, según las normas del SENASA, no se pueden ingresar a Argentina productos cárnicos o derivados comprados fuera del país. Si un turista intenta ingresar jamón crudo y chorizo ibérico desde España, estos artículos serían confiscados por las autoridades aduaneras argentinas.
