Episodio Inusual:. El arquero que alcanzó la fama y obtuvo múltiples títulos con Boca está celebrando su 79º aniversario. Poseedor de una personalidad única, a lo largo de sus 26 años de trayectoria, ha protagonizado fascinantes anécdotas que se han mantenido en la memoria.
Uno de los personajes más excéntricos en el fútbol argentino, el exguardameta Hugo Orlando Gatti, festeja su cumpleaños número 79. Su extensa y variada carrera estuvo marcada por sucesos que dejaron huella, como aquella ocasión en que, para enfrentar las bajas temperaturas, salió al campo con una botella de whisky durante un partido de la Selección argentina.
El 20 de Marzo de 1976, el equipo dirigido por César Luis Menotti, que se preparaba para el Mundial 78, disputó un amistoso frente a la Unión Soviética en Kiev y ganó 1-0, gracias al gol de Mario Kempes. En el crudo invierno del hemisferio norte, con el campo cubierto de nieve y un frío penetrante, el Loco optó por pantalones largos, un gorro y un elemento adicional…
«En esa tarde, ofrecí mi mejor rendimiento. Mantuve la concentración durante los 90 minutos y fui destacado por todo el mundo como la figura del encuentro. Esa victoria en la nieve quedó grabada en la historia. El frío era intenso y yo entré al campo llevando una botella de whisky. La oculté detrás de un poste y de vez en cuando daba un sorbo para entrar en calor», reveló Gatti tiempo después.
Nacido el 19 de Agosto de 1944 en Carlos Tejedor, provincia de Buenos Aires, Gatti tenía entonces 31 años y estaba en las etapas iniciales de su carrera en Boca Juniors, donde más adelante obtendría títulos a nivel local e internacional (dos Copas Libertadores, las primeras en la historia del club, y una Intercontinental).
El portero venía de destacarse en Unión de Santa Fe, bajo la dirección técnica de Juan Carlos Lorenzo, y Menotti le había asegurado una oportunidad, a pesar del excepcional momento que estaba atravesando Ubaldo Matildo Fillol, bicampeón en ese entonces con River Plate.
«Desde el principio, El Flaco me aseguró que iba a considerarme y cumplió su palabra. Es un hombre de honor con firmes convicciones. Siento que no le fallé», afirmó el Loco poco después de ese resonante triunfo.
Asimismo, elogió a sus cuatro defensores: César Tarantini, Mario Olguín, Daniel Killer y Jorge Carrascosa. «Fueron auténticos leones, lo rechazaron todo», afirmó. Ese partido también tuvo una particularidad: para proteger el marcador, Menotti incluyó a Daniel Alberto Passarella en el campo en lugar de Ricardo Enrique Bochini, otorgándole así su debut en la Selección Mayor a quien, dos años más tarde, sería el capitán del equipo campeón del mundo.
Identificado como un animador dentro del fútbol, Gatti poseía un estilo sumamente característico. Solía arriesgar más allá de lo necesario con salidas fuera del área y se atrevía a jugar con el balón y driblar. «En ese partido, me concentré en evitar cualquier gol tonto, algo que a menudo me recriminaban. Opté por un enfoque europeo, muy formal», confesó posteriormente Gatti, surgido en las divisiones inferiores de Atlanta y también con experiencia en River y Gimnasia antes de llegar a Unión, que representó su último paso antes de unirse a Boca.
Finalmente, el Loco no logró asegurar un lugar en la lista de 22 jugadores que llevaron a la Selección Argentina a su primer título mundial. Una lesión en la rodilla lo dejó fuera de algunos partidos y las actuaciones del Pato Fillol convencieron a Menotti de elegir al arquero de River. Dado que Gatti no estaba dispuesto a ser suplente de nadie, el Flaco completó la nómina de arqueros con Héctor Baley y Ricardo La Volpe.
Gatti se retiró del fútbol a los 44 años, defendiendo el arco de Boca, tras cometer un error que resultó en un gol anotado por Sergio Silvano Maciel, a favor de Deportivo Armenio (que ganó 1-0 en La Bombonera en esa tarde del 11 de Septiembre de 1988). En ese momento, el director técnico de Boca era José Omar Pastoriza, quien mantenía una vieja enemistad con el Loco y decidió apartarlo de manera definitiva para brindarle la oportunidad a un joven Carlos Fernando Navarro Montoya.
En la actualidad, el exguardameta reside en Madrid y participa en varios programas deportivos donde provoca controversia con sus agudas opiniones, generalmente contrarias a la corriente, en línea con su histórica postura.
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