Israel declaró el «estado de guerra» en respuesta a un sorpresivo y masivo ataque del grupo terrorista Hamás. Centenares de misiles fueron lanzados sobre territorio israelí, y grupos de combatientes se infiltraron en la frontera con Israel, desencadenando enfrentamientos con el ejército.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, enfatizó la gravedad de la situación, afirmando que estaban en guerra y que no se trataba de una simple operación.
Prometió que el enemigo pagaría un precio sin precedentes por sus acciones, calificando el ataque de Hamás como un acto criminal sorpresa.
Como respuesta, Netanyahu ordenó una extensa movilización de reservistas para hacer frente a la ofensiva de Hamás. Columnas de humo se elevaban en varias partes de Israel debido al impacto de los misiles, que comenzaron a caer a las 6:30 de la mañana.
Hamás lanzó su mayor ataque contra Israel en años, matando a más de 20 personas e hiriendo a cientos en un asalto sorpresa que involucró a hombres armados que cruzaron la frontera y cohetes disparados desde Gaza.
Israel confirmó combates con militantes en varias ciudades israelíes y bases militares cerca de Gaza. Al menos 22 israelíes murieron en el ataque, y alrededor de 545 resultaron heridos.
El Ejército israelí respondió con ataques aéreos en Gaza, donde se reportaron fuertes explosiones y varios muertos trasladados a hospitales.
El ataque incluyó una infiltración sin precedentes de hombres armados de Hamás en Israel y representó el golpe más duro para el país desde la Segunda Intifada hace dos décadas.
El grupo Yihad Islámica se sumó a los ataques y afirmó tener cautivos a varios soldados israelíes. Hamás mostró imágenes de lo que se dijo eran cautivos israelíes llevados vivos a Gaza.
Se reportaron tiroteos entre bandas de combatientes palestinos y fuerzas de seguridad en ciudades del sur de Israel.
La escalada se produce en un contexto de creciente violencia entre Israel y los militantes palestinos en Cisjordania y mientras el país atraviesa una agitación política interna.
La declaración de guerra de Hamás también fue condenada por el grupo libanés Hezbolá, respaldado por Irán, quien la consideró una respuesta a la ocupación israelí y una advertencia a quienes buscan normalizar relaciones con Israel.
La situación sigue siendo altamente volátil y está evolucionando rápidamente, lo que ha generado preocupación a nivel internacional y un llamado a la contención de todas las partes involucradas. (FUENTE REUTERS)
