Casi dos meses han transcurrido desde que nos despedimos de Lolita, la querida orca del Miami Seaquarium, y el parque parece haber quedado sumido en una especie de oscuridad perpetua. Este emblemático lugar ha sido objeto de fuertes críticas por parte de los residentes de la ciudad debido a su manejo de la enfermedad de Lolita y las condiciones en las que mantenían a esta orca y a las demás especies que allí habitan.
La presión y las críticas han sido tan intensas que el Miami Seaquarium ha optado por limitar la participación del público en sus redes sociales, publicando con cautela y moderando los comentarios. En las últimas publicaciones, destacan detalles sobre la entrega de las cenizas de Lolita a la tribu Lummi Nation, quienes planean brindarle una despedida digna a esta icónica orca.
El pasado martes 17 de octubre, se dieron a conocer los resultados de la necropsia realizada a Lolita, arrojando luz sobre las circunstancias de su fallecimiento. Los hallazgos revelaron que la salud de Lolita estaba mucho más deteriorada de lo que se pensaba en un principio.
Según informó NBC Miami, el informe de la necropsia indicó que la orca, también conocida como Toki, falleció debido a una «progresión de múltiples afecciones crónicas, que incluyen enfermedad renal y neumonía».
El informe detalló que Lolita padecía una «neumonía broncointersticial aguda y crónica, degeneración renal y una enfermedad crónica del corazón que afectaba las válvulas cardíacas». La Dra. Judy St. Leger, quien dirigió la autopsia de Lolita un día después de su fallecimiento el 19 de agosto, firmó este informe.
Desde el fallecimiento de Lolita, activistas y defensores de la conservación han organizado protestas en contra de la administración del Miami Seaquarium, que en la actualidad está bajo el control de la empresa The Dolphin Company. Estas voces críticas argumentan que no se actuó con la debida diligencia frente a la enfermedad de Lolita y que las condiciones en las que la orca vivía eran insalubres.
Estas mismas organizaciones también han estado instando al parque acuático a mejorar las condiciones de vida de sus otros residentes marinos. El delfín Li’i, que compartía la piscina con Lolita durante más de 50 años, fue aislado tras su fallecimiento.
Tras un tiempo de preocupación por su bienestar, el parque anunció que Li’i había sido trasladado al SeaWorld de San Antonio, Texas, donde estaría en compañía de otros delfines de flancos blancos del Pacífico, como él.
Sin embargo, el Miami Seaquarium no ha compartido imágenes ni videos del proceso de su traslado, lo que ha mantenido la preocupación de los defensores de los derechos de los animales y los amantes de la vida marina.
