La creciente crisis de sobredosis de drogas entre adolescentes en Estados Unidos se ha convertido en un problema de salud pública alarmante. Recientemente, se ha establecido como la tercera causa principal de muerte entre los jóvenes en el país, superada únicamente por las muertes relacionadas con armas de fuego y accidentes de tráfico.
Según un estudio reciente de la Universidad de California en Los Ángeles, divulgado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), hubo un promedio semanal de 22 muertes por sobredosis entre adolescentes en 2022.
El estudio, publicado en la Revista de Medicina de Nueva Inglaterra (NEJM), destaca el papel del fentanilo, un opioide sintético extremadamente potente, en este aumento dramático de las muertes.
El fentanilo, presente tanto en formulaciones farmacéuticas como en versiones ilícitas de medicamentos como la oxicodona y las benzodiazepinas, es hasta 50 veces más fuerte que la heroína y 100 veces más que la morfina.
A pesar de que el consumo general de drogas entre los adolescentes ha disminuido en las últimas dos décadas, el estudio señala que la tasa de muertes por sobredosis se ha duplicado desde 2019. Una preocupación particular es el desconocimiento de los adolescentes sobre los riesgos asociados con las píldoras falsificadas, que a menudo contienen fentanilo.
El estudio también encontró diferencias significativas en las tasas de sobredosis entre diferentes grupos raciales y étnicos, con los adolescentes indios americanos y nativos de Alaska mostrando tasas casi el doble que las de los adolescentes de piel clara entre 2000 y 2022.
Los investigadores identificaron 19 condados en Estados Unidos con tasas de sobredosis mortales significativamente más altas que el promedio nacional, incluyendo áreas en Arizona, Colorado, Washington y otros estados. Estos hallazgos resaltan la urgencia de abordar esta crisis a través de la educación, la prevención y el apoyo en salud mental y adicciones, especialmente dirigidos a los adolescentes.