El Presidente reconoció los salarios miserables resultado de 20 años de populismo y descartó la posibilidad de una nueva devaluación, reiteró su objetivo de levantar el cepo, defendió la competencia de monedas y destacó la disminución de la inflación durante una entrevista televisiva con la agencia internacional Bloomberg. En el mismo contexto, reconoció que los salarios actuales son «miserables», señalando la influencia de dos décadas de políticas populistas en esta situación.
En cuanto a la posible aceleración de la devaluación del peso frente al dólar, Milei argumentó que no sería sensato llevar a cabo tal medida, refutando las sugerencias de algunos economistas locales. Enfatizó que el tipo de cambio paralelo está alineado con el oficial, cuestionando la lógica de intervenir en el mercado cambiario cuando este está en equilibrio.
El presidente expresó su convicción de que la eliminación del cepo está en marcha, pero evitó fijar un plazo, indicando que este proceso está ligado a la voluntad del mercado y la adaptación de los individuos a una nueva estructura financiera. Insistió en que la transición hacia un tipo de cambio totalmente libre depende de la voluntad de las personas y no puede ser impuesta de manera forzada.
En este sentido, sostuvo: «Esto depende de la voluntad de los individuos. Yo necesito que los individuos vayan mutando sus portafolios hacia una nueva estructura que me permita que el Banco Central deje de tener pasivos remunerados. Entonces, eso no se puede saber salvo que lo vaya a ser por la fuerza, pero hay mucha gente que le cuesta pensar en términos de libertad».
En otro momento de la entrevista, el presidente reconoció la disminución de los ingresos, pero rechazó la idea de que sea responsabilidad de su administración, afirmando: «Actualmente, los salarios son lamentables no debido a nuestras acciones, sino como resultado de dos décadas de políticas populistas. Si tomamos el salario promedio de la década del 90 como referencia, hoy equivaldría a 3 mil dólares».
Al abordar este tema, Milei resaltó un cambio cultural en el país, señalando que «los argentinos han comprendido que el populismo no es la solución y que las supuestas soluciones promovidas por políticos y economistas deshonestos eran falsas». Insistió en la necesidad de adoptar una solución puramente ortodoxa de mercado y valoró: «A pesar de estar llevando a cabo el ajuste más significativo en la historia de la humanidad, mi popularidad sigue en aumento».
En cuanto a la recuperación de los salarios, Milei afirmó que se avanzaría en esa dirección con la disminución de la inflación y la eliminación de los controles de capitales. No obstante, subrayó que aún se necesita sanear el balance del Banco Central para lograrlo.
En relación a esto, declaró: «Primero debemos sanear el balance del Banco Central, y es crucial comprender esto: cuando el Banco Central está en quiebra, los pasivos monetarios superan a los activos, lo que se corrige mediante un aumento en el nivel de precios para reducir el valor de los pasivos monetarios; cuanto más quebrado esté, más alto será el nivel de precios».
Explicó además: «Estamos en proceso de sanear el balance del Banco Central, y una vez que lo logremos, el nivel de precios comenzará a reducirse debido a una disminución en la pendiente, lo que llevará a una menor inflación. Por lo tanto, es de vital importancia sanear el Banco Central para eliminar esta presión».
Por otro lado, el presidente adelantó que la eliminación gradual de los subsidios en las tarifas de los servicios públicos llevará tres años en completarse, explicando que esto se debe a la necesidad de recalibrar los precios de manera adecuada.
En este sentido, señaló que «se puede optar por una acción rápida o distribuirlo en el tiempo», advirtiendo: «Si lo hacemos precipitadamente, como algunos sugieren, el riesgo es que la Corte Suprema de Justicia lo detenga», recordando el precedente durante el gobierno de Mauricio Macri.
Por lo tanto, explicó: «Lo que hemos hecho es tomar en cuenta el fallo de la Corte Suprema de Justicia como una restricción, y de esta manera hemos logrado reajustar la ecuación económica financiera del contrato en un período de tres años».
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