Modelo irlandés: El Presidente Javier Milei presentó ante los principales empresarios del país en el Foro de Llao Llao, en Bariloche, un plan de desarrollo económico basado en la inversión extranjera directa, tomando como referencia el exitoso modelo implementado en Irlanda.
Durante su discurso, que tuvo una duración de una hora y cuarto en el salón Bustillo, el Presidente Milei expresó su convicción en un enfoque económico que no se base en la dirección estatal, afirmando: «No creo en una economía dirigista».
Destacó su aspiración de seguir el camino de Irlanda en términos de baja de impuestos y una marcada orientación hacia una revolución liberal, declarando: «No me conformo con ser como Alemania, quiero ser como Irlanda».
El modelo económico irlandés, reconocido por su capacidad para atraer inversión extranjera directa, se caracteriza por políticas pro-negocios, una baja tasa impositiva corporativa, una mano de obra altamente calificada, acceso al mercado único de la UE y políticas fiscales favorables para las empresas.
Las principales características del modelo irlandés son:
- Baja tasa impositiva corporativa: Irlanda tiene una de las tasas impositivas corporativas más bajas de Europa, esto generó que muchas empresas multinacionales establezcan sus operaciones allí.
- Política pro-negocios: el gobierno irlandés impulsa medidas que facilitan la creación y operación de empresas, así como la inversión extranjera.
- Educación y mano de obra cualificada: Irlanda invirtió en educación y capacitación para desarrollar una fuerza laboral altamente cualificada, con especial énfasis en áreas como la tecnología y la investigación científica.
- Acceso al mercado único de la UE: al ser parte de la Unión Europea, Irlanda tiene acceso directo al comercio e inversión con otros países del bloque económico.
- Política fiscal favorable: Irlanda ofrece otros incentivos fiscales para atraer inversiones, como regímenes especiales para empresas.
- Innovación y desarrollo tecnológico: el gobierno irlandés promueve la innovación y el desarrollo tecnológico como parte de su estrategia económica.
Este enfoque ha permitido a Irlanda experimentar un crecimiento económico notable en sectores como la tecnología, la farmacéutica y los servicios financieros, lo que la ha llevado a ser conocida como uno de los «Tigres Celtas».
Aunque este modelo ha sido elogiado por su éxito económico, también ha generado críticas en relación con la desigualdad económica y los impactos ambientales de ciertas políticas de desarrollo.
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