Por Maria de los Angeles Lucero Bringas
Los negocios de familia constituyen la forma más antigua de organización y conforman la mayoría del entretejido empresarial en el mundo entero. Esto es así, dado que, a la confianza y cercanía de lazos; sumados al capital familiar, generan una sinergia exponencial con la firme convicción de que todo queda en familia.
En mi experiencia, el sueño del emprendimiento familiar suele transformase, en relativamente poco tiempo, en pequeños imperios, protagonistas de grandes hazañas. Pero como contracara, lamentablemente también suelen ser noticias de desaciertos y desinteligencias. Lo expuesto se cumple sin excepción, desde las más grandes compañías familiares, como es el caso “Gucci”, que ha llegado a las pantallas del cine, hasta las más pequeñas tiendas del barrio. Todas ellas están atravesadas por un factor común: “La familia involucrada en los negocios”.
En esta clase de empresas, la familia es la dueña del capital, y la toma las decisiones sobre el rumbo estratégico de la compañía está en sus manos con la firme voluntad de dejar el legado familiar en manos de las siguientes generaciones.
Es así, como al momento de la toma de elecciones suelen entremezclarse los negocios con los afectos. Las decisiones no siempre se toman en base a la lógica empresarial, sino que en muchas ocasiones se ve teñida por lo emocional. Y viceversa
Voy a compartir con ustedes algunos ejemplos concretos:
La incorporación de los hijos al negocio:
¿todos pueden trabajar en la empresa familiar? ¿Qué hay de las habilidades y competencias para el puesto? ¿Está la vacante o es creada para los miembros de la familia?.
Nos encontramos con ambas posturas. Hay empresas en donde las condiciones de ingreso son muy estrictas, y se prioriza el bienestar del negocio. Como así también, familias en las cuales se considera un derecho adquirido por el solo hecho de haber nacido en el seno de la familia empresaria, sin importar las competencias y capacidades de los miembros de la familia para el puesto.
Las remuneraciones de los miembros de la familia:
¿todos deben ganar igual? ¿establecemos las retribuciones en base al aporte de valor de cada uno a la empresa? ¿Pagamos el salario de acuerdo a las funciones y competencias del individuo?.
Cuando se prioriza la familia, me encuentro con respuestas que se relacionan con mantener el estándar de vida de la siguiente generación, disfrazado de remuneración, desmotivando el desarrollo profesional de los sucesores. Como contrapartida, cuando se prioriza la empresa, los salarios de las familia son menores a los de mercado, ajustándose a pagar solo las necesidades básicas, generándose una especie de explotación familiar poco atractiva para las siguientes generaciones.
Otra cuestión muy común son los horarios y vacaciones:
Los miembros de la familia, tienen derechos extras en empresas donde se prioriza la familia o bien se trabaja veinticuatro- siete cuando se prioriza la empresa.
Liderazgo y sucesión:
¿todos estamos capacitados para liderar la empresa, ¿y qué hay de la sucesión en la propiedad? ¿Estamos formados como propietarios responsables para aportar a la toma de decisiones?
La comunicación es otro gran tema de confusión.
¿Se generan los espacios adecuados para tratar los temas de empresa y la familia? o podemos hablar “todo en cualquier espacio”, llevando los problemas y peleas de casa a la empresa y viceversa.
Toma de decisiones y estructura organizativa:
otra cuestión muy común tiene lugar cuando algún miembro de la familia viene a consultarme por algún malestar vinculado a estos temas y me encuentro con la resistencia de no querer ordenar los espacios de toma de decisiones e incorporar prácticas profesionales de gestión.
La cuestión es simple: las prácticas emprendedoras en donde “todos hacemos de todo” sirven para una etapa incipiente. Cuando el negocio y el patrimonio empiezan a crecer, si no hay orden, incorporación de buenas prácticas de gestión y gobierno, las familias empresarias pasan a ser parte de las famosas frases:
“abuelo trabajador, hijo millonario, nieto pobre”.
Siempre destaco que:
La propiedad se hereda, la capacidad de gestión se adquiere.
Sin ese ordenamiento, es complejo poder mantener la riqueza en manos de la familia empresaria, independientemente del negocio o la actividad en la que estén inmersos.
Esto exige reinventarse constantemente, es imperioso formar empresarios en las siguientes generaciones bajo prácticas profesionales consensuadas.
Hasta hace pocos años, la consultoría para empresas familiares estaba vinculada solo a grandes emporios familiares. Esto se debió a que solo ellas eran las precursoras en dedicar recursos a su estudio e investigación, con el fin de encontrar soluciones para poder trascender generación tras generación. Sin embargo ya desde principios del 2000, desde las universidades se ha impreso un gran impulso, en aras de contribuir al estudio y el desarrollo de las familias empresarias, con una tónica más democrática.
La buena noticia es que “no es necesario elegir entre la empresa o la familia”.
Hay una serie de herramientas que permiten mantener un sano equilibrio entre ambos sistemas, permitiendo empresas rentables y sostenibles con vínculos familiares armoniosos. De esta manera, es posible la continuación del legado familiar, generación tras generación, como lo han hecho grandes compañías en el mundo entero.
El secreto del éxito está dado, en gran medida, por la incorporación temprana de estos instrumentos, los cuales permitirán una equilibrada convivencia a través de la anticipación y límites claramente establecidos.
Consulting & Service Solution Corp (C&SS) no está ajena a este desafío. Esta empresa de servicios de consultoría que desembarcó en Miami, de la mano del contador argentino César Shlain en el 2001, tiene como principal objetivo ofrecer soluciones a medida de cada empresa; como así también el acompañamiento integral en materia societaria, impositiva y contable. Así, entre sus objetivos, asesora desde la elección del tipo societario, su jurisdicción, estructura impositiva, aperturas de cuentas bancarias, asesoramiento contable e integral del negocio.
Conforme a lo expuesto hasta aquí, la realidad impone la necesidad de poder sumar valor a las familias empresarias en la perdurabilidad de su patrimonio en el tiempo, en base a acuerdos sólidos, favorecer el diálogo y armonía vincular dentro de las familias empresarias. Debo decir que tengo el honor de haberme sumado a este valioso equipo en el área de acompañamiento a las familias empresarias.
Tras más de veinticinco años de experiencia trabajando con ellas en Argentina en particular y Latinoamérica en general, desde la docencia universitaria, investigación y consultoría me he acoplado a este inapreciable equipo para seguir creando valor, tanto en la profesionalización de las empresas como de las familias empresarias.
Estos servicios incluyen desde la elaboración de acuerdos de familia a través de un protocolo familiar, profesionalización de la gestión y gobierno empresarial y familiar, hasta la planificación patrimonial, sucesión y liderazgo. Las capacitaciones y servicios son a medida de cada familia empresaria, como principales aportes dentro del abanico de prestaciones.
Como dice el padre del managment Peter Drucker: donde hay una empresa de éxito, alguien tomo una decisión valiente.
Los invito a tomar la decisión de incorporar las herramientas necesarias para crear un futuro familiar próspero y perdurable. De la mano de C&SS los invitamos a generar el horizonte que deseen diseñando la mejor estructura de gobierno y gestión para sus negocios y familias. Nosotros les brindamos los instrumentos para arribar a su puerto deseado.
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