Bullrich suspendió las llamadas desde la cárcel. El Ministerio de Seguridad de la Nación ha tomado la decisión de suspender temporalmente las comunicaciones de dos líderes del narcotráfico en Rosario, quienes se encuentran detenidos en cárceles federales y son sospechosos de organizar recientes ataques y amenazas dirigidas hacia Patricia Bullrich y el gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro.
Los individuos afectados por esta medida son Esteban Lindor Alvarado, líder de la banda conocida como «Los Rosarinos», y su asociado Claudio «Morocho» Mansilla, este último responsable de la fuga ocurrida en el penal de Piñero. Ambos se encuentran bajo custodia en la cárcel de Ezeiza, enfrentando cargos por homicidio y narcotráfico. Durante las últimas semanas, han sido identificados como instigadores de diversos actos violentos dentro de los pabellones de alta seguridad, en un intento por contrarrestar las medidas implementadas para contener la violencia.
La resolución, obtenida por TN, establece la suspensión de las comunicaciones telefónicas durante un período de 30 días, permitiendo únicamente el contacto con sus abogados defensores. Tras el vencimiento de este plazo, se solicitará la opinión de la Fiscal General del Ministerio Público de la Acusación de la provincia de Santa Fe sobre la continuidad de la medida.
Se argumenta que Alvarado y Mansilla podrían haber orquestado actos violentos en Rosario desde su lugar de detención. Esta acción se fundamenta en un fallo emitido por el Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional Nº 2 de Morón, en respuesta a una solicitud de la fiscalía N°1 y la Procuraduría de Narcocriminalidad, que ordenó la interrupción de las comunicaciones telefónicas de Ariel Máximo «Guille» Cantero y su sobrino «Lucho».
Esta decisión se tomó luego de que se descubriera que Cantero había implementado diversas estrategias para mantener contacto con sus asociados desde el penal de Marcos Paz, incluso simulando un cambio en su orientación sexual y realizando triangulación de llamadas con su hija. A partir de ahora, solo podrá comunicarse con su abogado.
Además, la ministra Patricia Bullrich, quien ha sido objeto de amenazas mafiosas en Rosario desde que asumió su cargo, ha decidido aplicar nuevas restricciones a las comunicaciones de los presos de alto perfil en cárceles federales. Entre estas medidas se incluye la ubicación del teléfono público fuera del área de alojamiento de los reclusos, limitando las llamadas a una vez por semana en un horario predeterminado.
Las comunicaciones se realizarán únicamente con líneas autorizadas y tendrán una duración máxima de 20 minutos, siendo supervisadas por el personal de custodia para garantizar su cumplimiento. Se especifica que estas restricciones no afectarán las comunicaciones con los abogados ni con los organismos de control.
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