Resistencia sindical. En el inicio de la movilización de la Confederación General del Trabajo (CGT) por el Día del Trabajador y en rechazo a las Bases de Ley, Pablo Moyano ratificó el segundo paro general contra el Gobierno de Javier Milei con fuertes críticas a los diputados que aprobaron la Ley Bases. y presionó a los gobernadores y senadores para que se opongan a la reforma laboral y fiscal.
«Estamos rechazando enérgicamente lo acontecido ayer en el Congreso de la Nación. Por eso, tanto la movilización de este Miércoles como el paro general del 9 de Mayo tienen como objetivo instar y exigir a los senadores que rechacen la ley aprobada ayer», afirmó el secretario general adjunto de la central sindical.
El líder de Camioneros denunció que la Ley Bases, aprobada en la Cámara de Diputados, «atenta contra los derechos de los trabajadores mediante reformas laborales que vuelven a imponer el impuesto a las Ganancias y otorgan amplios poderes al Presidente por un año. Esto incluye la venta de activos estatales y la privatización de empresas públicas».
En este contexto, aseguró que, sumado a la recesión, la inflación y los despidos, hay motivos suficientes para que el paro del 9 de Mayo sea histórico.
«Más de una treintena de senadores del peronismo se comprometieron hace 15 días en la CGT a no respaldar esta ley y mucho menos la reinstauración del impuesto a las Ganancias. Con 37 votos bastaría para rechazarla. Es crucial dialogar con otros senadores para que comprendan el perjuicio que causaría a los argentinos», planteó Moyano al inicio de la marcha en el centro de Buenos Aires.
Además, denunció que el Gobierno está ejerciendo presión sobre los gobernadores a través de proyectos de obras públicas. «Les ofrece fondos para proyectos de infraestructura financiados con impuestos a las Ganancias de los trabajadores», afirmó.
En la misma línea, Moyano calificó la situación como «un día lamentable y doloroso». «No son conscientes del daño que le están infligiendo al pueblo argentino con lo que se aprobó ayer», añadió el dirigente sindical, quien negó haber mantenido cualquier tipo de diálogo con el Gobierno.
Por su parte, Héctor Daer, otro de los líderes de la CGT, planteó que «un proyecto de ley laboral debería haber sido debatido en la comisión correspondiente y no de la forma en que se llevó a cabo».
«Estamos seguros de que en el Senado se dará el debate necesario para aclarar la situación. Este proyecto no es propio ni consensuado. Es una iniciativa del Poder Ejecutivo, impulsada por una facción del bloque radical, que desafía al Gobierno de Milei, algo inaudito», agregó.
Respecto al paro, Daer afirmó que «nunca estuvo en duda» y que «no habrá actividad durante 24 horas».
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