El 4 de enero de 2010, a los 64 años, fallecía Sandro, uno de los máximos ídolos de la canción popular argentina y latinoamericana, pionero del rock and roll en castellano y pilar fundamental de la balada romántica en la región. El artista no logró superar una infección que había contraído en una internación, tras haber sido sometido semanas antes a un doble trasplante de corazón y pulmón en Mendoza.
Roberto Sánchez, nombre real del ídolo, tiene en su haber éxitos como «Rosa Rosa», «Dame el fuego de tu amor», «Tengo», «Quiero llenarme de ti», «Porque yo te amo», «Penumbras», «Trigal» y «Una muchacha y una guitarra»; entre tantas otras canciones que todavía enloquecen a “las nenas”, sus seguidoras fieles. Como actor, encabezó alrededor de 15 producciones, entre las que destacan «Gitano», apodo que lo acompañó por el resto de su carrera; «Operación Rosa Rosa», «Subí que te llevo», «Muchacho» y «Embrujo de amor”.
Oriundo de Valentín Alsina, Sandro quedó impactado con Elvis Presley, a quien comenzó a imitar en la década del ’50 mientras cursaba estudios primarios, por lo que empezó a estudiar guitarra. En los años siguientes, el artista formó diversos grupos hasta que a principios de los ’60 quedó al frente de Los de Fuego, lo que le valió el apodo de «Elvis criollo».
El gran éxito alcanzado a lo largo de esa década le sirvió, entre otras cosas, para respaldar al incipiente movimiento del rock argentino, al que ayudó a partir de su asociación con otros artistas para regentear La Cueva, el mítico reducto que albergó a las primeras figuras del género, entre quienes se encontraban Javier Martínez, Billy Bond y Pappo.
Fue en esos años que el ídolo eligió dejar de lado definitivamente la campera de cuero para calzarse el smoking y dedicarse a la canción romántica, una faceta en la que descolló como autor y lo proyectó a nivel internacional, con sus fraseos jadeantes y sus miradas sugestivas.
A finales de los ’80 hubo un reconocimiento y revalidación de su influencia para el rock argentino. Su participación en la versión libre que Charly García y Pedro Aznar hicieron del tema «Break it all», de Los Shakers, y su cruce con el grupo de rock pesado Riff en su programa televisivo «Querido Sandro», de 1990 por Canal 13, le devolvieron su estirpe rockera ante el público más joven.
Esta reivindicación derivó en la grabación de «Tributo a Sandro. Un disco de rock», una placa en la que bandas como Divididos, La Bersuit, Los Fabulosos Cadillacs y Los Caballeros de la Quema, entre otros, versionaron sus clásicos.
Sandro mantuvo en estricta reserva todos los acontecimientos de su vida privada. En tal sentido, un gran misterio todavía rodea su casa de Banfield, sitio de reunión obligada cada 19 de agosto, día de su cumpleaños. Incluso, recién luego de su matrimonio en 2007, tuvo más exposición pública su única esposa, Olga Garaventa, con la que mantuvo una relación durante mucho tiempo.
Los últimos años de Sandro estuvieron marcados por sus problemas de salud en relación a su enfisema pulmonar, los que de a poco lo fueron alejando de los escenarios. Aunque el doble trasplante al que fue sometido resultó exitoso en un principio, una infección posterior complicó su estado general y, hacia fines de 2009, el desenlace comenzó a parecer inevitable. Sin embargo, aun sigue vivo en la memoria de las generaciones a las que marcó con su estilo único y su talento inigualable. (Fuente ambito.com)