La verdad sobre el sistema jubilatorio y la mano santa del Presidente Fernandez . Por Norberto Spangaro

El Kirchnerismo, con la mano maestra del delincuente Amado Boudou ha logrado destruir el ya maltrecho sistema jubilatorio argentino.

La situación ha llegado al extremo que ahora estemos bajo un regimen totalitario, ilegal y arbitrario para mantener un sistema jubilatorio arruinado  por una década infame para el sistema.

Un estudio de la Universidad Católica Argentina esto decía en el 2012.

En los últimos años, el sistema previsional de la Argentina ha experimentado profundos cam- bios y ha pasado a desempeñar un importante papel en el financiamiento del déficit fiscal del sector público. En alguna medida el impacto de estos cambios ha pasado desapercibido en un favorable contexto macroeconómico.

O sea mientras se disfrutaba de un veranito sojero, en realidad se estaba destruyendo el sistema previsional en sus raíces, a partir del robo del siglo cometido por el Sr. Boudou con la nacionalización del sistema de AFJPs.

Continua este informe:

La cobertura previsional -es decir la proporción de adultos mayores que cobra un beneficio previsional- ha crecido sustancialmente, pasando de un 68% a un 91% entre los años 2005 y 2010. Este incremento en la proporción de la población mayor de 65 que cobra una jubilación es inédito y tiene impactos financieros y distributivos muy relevantes. Particularmente importante- tante es analizar el mecanismo que motorizó la expansión de la cobertura, que consistió en el otorgamiento de beneficios previsionales a personas con pocos o directamente sin aportes realizados durante su vida activa.

Por un lado, entre los años 2005 y 2010 se distribuyeron aproximadamente 2,6 millones de nuevos beneficios con el mecanismo de las moratorias previsionales, llamadas vulgarmente jubilaciones de amas de casa.

O sea primero nacionalizaron el ahorro previsional, y luego convirtieron en jubilados a millones de personas que nunca habían aportado. En el año 2000 había aproximadamente 3.700.000 jubilados en el año 2011 casi 6.500.000 jubilados.

Esto decía el Sr. Bosio de la Anses en el 2015. “Los nuevos jubilados dedicaron toda su vida a trabajar, pero en muchos casos nunca les hicieron sus aportes, por eso tiene que estar el Estado para incluirlos y la Ley de Inclusión Previsional es una política de un Estado presente, que pone en el centro de la escena a quienes más lo necesitan”, agregó el funcionario.

Sin embargo el estudio de la UCA confirmaba  lo siguiente:

Las barreras administrativas de acceder a una jubilación sin aportes hicieron que los primeros que accedieran a este mecanismo fueran las personas de niveles socioeconómicos medios y altos, que contaban con la información y los medios para realizar los trámites necesarios. Con el paso del tiempo la asimetría experimentada por las personas de bajos ingresos y aquellas localizadas geográficamente en zonas más alejadas de los grandes centros urbanos va desapareciendo, pero la transferencia de recursos públicos por esta vía ha beneficiado mayoritariamente a personas de niveles socioeconómicos más altos.

Es por eso que justamente ahora se esta castigando a los que mas aportaron en su vida laboral para “redistribuir” riqueza, en realidad para emparejar pobreza.

Y continua:

Desde sus inicios a principios del siglo XIX, el sistema previsional argentino fue concebido bajo la lógica de un régimen contributivo. Es decir, la gente aporta durante su vida activa con la expectativa de recibir en su etapa pasiva un haber previsional proporcional a sus salarios. Hacia mediados de siglo esta filosofía se planteó de manera más contundente y rígida al establecer que esta proporción debía ser del 82%, desde el momento mismo en que se produce el retiro y debe ser mantenida a través del tiempo con un esquema de movilidad calculado en función de la evolución de los salarios.

Esta filosofía no sólo está profundamente arraigada en la mentalidad de la población argentina sino que está plasmado en una gran cantidad de normas y fallos judiciales.

Sin embargo, los cambios previsionales de los últimos años entran en evidente contradicción con estos principios. Actualmente más de la mitad de los beneficios vigentes fueron otorgados sin aportes, o con menos de los 30 años de aportes que exige la ley; la regla de determinación del haber inicial genera una muy baja relación entre el salario de actividad y el beneficio previsional, muy lejos del mítico 82% móvil; los ahorros previsionales y los excedentes transitorios no son destinados a una capitalización del sistema sino a financiar el déficit del sector público; finalmente, el 44% de los recursos del sistema previsional no provienen de aportes salariales sino de impuestos generales.

Si a eso le agregamos los planes que también otorga la ANSES, tendríamos el panorama completo de un sistema quebrado por la desidia de las políticas publicas del regimen peronista/kirchnerista de este siglo.

Los que ahora se disfrazan de buenas personas con los abuelos mas pobres en realidad son los causantes de la pobreza y miseria que abunda en un país sin vision que no premia al trabajo y la ley sino que ampara al vago, al corrupto y al delincuente.

 La justicia sigue con la concepción original del sistema previsional argentino lo que traerá aparejado una cantidad de juicios ante los recientes aumentos otorgados por obra y gracia del Sr. Presidente, un mano santa,  que con su bendición dice ocuparse de los pobres. Los mismos que el y sus socios crearon.

PS: el estudio de la UCA del cual extractamos este articulo se puede leer en su totalidad en

http://wadmin.uca.edu.ar/public/20180502/1525292435_Boletin_Empleo_34_0212.pdf
Acerca de Oscar Posedente 12821 Articles
Periodista, locutor, actor y editor de Semanario Argentino y de Radio A de Miami. Director de Diario Sur Digital.