
Son diez sujetos que, el Miércoles 8 del corriente, llevaron a cabo excavaciones en el barrio Las Canteras con el fin de robar cables del servicio telefónico para hacerse de cobre con presuntas intenciones de venderlo en el mercado negro.
Los acusados de haber cavado zanjas en la vía pública y robado más de 4.500 metros de cables del servicio telefónico en el barrio Las Canteras, se negaron a declarar ante la Justicia Federal y seguirán procesados bajo la sospecha de integrar una asociación ilícita que buscaba extraer y vender cobre en el mercado negro.
Los diez sujetos son de sexo masculino -algunos menores de edad- que entre el Miércoles y el Sábado fueron notificados por los investigadores de la imputación que pesa sobre ellos. Si bien ninguno está detenido, desde las fuentes del caso consultadas por un medio local, manifestaron que la investigación de la Fiscalía Nº 2, provisoriamente a cargo del fiscal General Federal Daniel Adler ya que su titular, Nicolás Czizik, se encuentra de licencia, seguirá su curso y en las próximas semanas se determinará el grado de responsabilidad de los sospechosos. También se investigará si incurrieron en la violación del ASPO (Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio) decretado para evitar la propagación del coronavirus.
Hasta el momento, la reconstrucción del hecho indica que durante la noche del Martes 7 de Julio y la tarde del Miércoles 8, un nutrido grupo de personas comenzó a cavar zanjas en las veredas de las calles que comprenden la zona cercana al cruce de las de las avenidas Antártida Argentina y Mario Bravo, con el objetivo de robar el cableado telefónico, inclusive, llegaron a hacerlo en varias cuadras: zanjaron 4.500 metros de largo, lo que equivale a daños por más de $6 millones en perjuicio de la empresa Telefónica S.A., sin tener en cuenta que más de 500 usuarios del barrio SOIP vieron interrumpido el servicio de telefonía fija como consecuencia de su accionar.
Los vecinos de la zona comenzaron a quejarse y a denunciar lo que ocurría y se presentó en el lugar, personal policial de la comisaría 5ta., que dio aviso al fiscal de Flagrancia, Daniel Vicente. Así, no se produjeron detenciones y el caso pasó a la Justicia Federal.
El Miércoles por la tarde una cuadrilla de Telefónica acudió ante un alerta de corte de cableado en la zona de Mario Bravo, entre Rufino y Pehuajó, e informó que se encontró con más de 50 personas agrupadas y equipadas con picos y palas con las que, luego de realizar zanjas de aproximadamente 1,5 metros de profundidad, procedieron al corte y extracción de cableado telefónico, que luego era agrupado para su quema y posterior retiro del cobre contenido en su interior.
Al ser advertido de lo que ocurría, el fiscal Adler ordenó la intervención de la Policía Federal Argentina y dispuso medidas para dar con los autores del robo de cables. Momentos más tarde fueron aprehendidas 7 personas (una de las cuales resultó ser menor de edad que finalmente no fue imputada) pero ninguna llevaba consigo documentación personal ni teléfono celular. En tanto, el Sábado siguiente se sumaron las aprehensiones de otros 4 sospechosos (entre los que también había menores).
En total, los acusados identificados por la Justicia hasta ahora son 10 y todos permanecen en libertad aunque procesados. El fiscal intentó tomarles declaración indagatoria en forma virtual -como se hace actualmente para respetar el distanciamiento social decretado por el Gobierno– pero por consejo de la Defensa Oficial los imputados se negaron a dar su versión de los hechos. El objetivo central será averiguar si forman o formaron parte de una asociación ilícita dedicada al robo de cableado para la venta ilegal de cobre.
Móviles policiales que llegaron para intervenir en el marco de la situación, observaron que el grupo había prendido fuego los cables en un descampado y suponen que lo hicieron para poder quedarse con el cobre. En el lugar se secuestraron también picos y palas utilizadas para cavar las zanjas.