Negociación con el FMI: Alberto Fernández busca estrechar el vínculo con Joe Biden en la Casa Blanca.

Joe Biden es de estrechos vínculos con el Papa Francisco. Además planteó la necesidad de poner a América Latina en un lugar preponderante, tema que formó parte de conversaciones con Cristina Kirchner.

Desde el Miércoles 20 de Enero, el gobierno de Alberto Fernández intentará encarar un nuevo vínculo con los Estados Unidos a partir de la asunción de Joe Biden como mandatario de la principal potencia del mundo. El escenario plantea una oportunidad para la Casa Rosada si se tiene en cuenta que el vínculo con Donald Trump era respetuoso pero distante. En la Cancillería definen esta situación de una manera peculiar: “No nos apoyó con el Fondo Monetario Internacional pero tampoco obstaculizó”.

El capítulo Trump ya quedó atrás y la Casa Blanca recibirá mañana al demócrata Biden, ex vicepresidente de Barack Obama, de estrechos vínculos con el papa Francisco y un dirigente que proyecta una mayor apertura económica para los Estados Unidos y que -en sus años como senador- planteaba la necesidad de poner a América Latina en un lugar más preponderante para las prioridades del país. De hecho, la cuestión formó parte de sus dos conversaciones con Cristina Kirchner.

En este contexto, la gestión de Alberto Fernández choca con una realidad: la Argentina hace tiempo que dejó de ser una prioridad para los Estados Unidos. Sin embargo cerca del Presidente y en la Cancillería delinean las claves de un vínculo que tendrá tres ejes claros y un puente, Jorge Bergoglio.

Durante su encuentro con Alberto Fernández, la canciller Angela Merkel le confesó que lo había recibido porque Francisco “le había hablado bien de él”. Lo que parece un detalle menor es, en realidad, una anécdota que describe la enorme capacidad de persuasión del que varios en el Gobierno llaman como el “representante de la Argentina en el mundo” y el hecho de que Biden se convierta en el segundo presidente católico de la historia de los Estados Unidos no es menor. Tampoco lo es que Biden haya apoyado la candidatura de Bergoglio al Vaticano. El vínculo que los une es estrecho, y la agenda de ambos dirigentes está completa de coincidencias y pocas disidencias. De hecho, el Sumo Pontífice fue uno de los ejes centrales de la charla telefónica que compartieron Fernández y Biden tras la victoria del demócrata en las urnas. Un punto de coincidencia entre ambos mandatarios.

Al respecto, el Gobierno buscará acercar posiciones con Biden en tres cuestiones de relevancia para el país. La primera y prioritaria, es la negociación con el FMI. “Sin los Estados Unidos es difícil, es el accionista principal de la entidad y sabemos del peso que podría tener en las conversaciones”, reconocen en la Cancillería y recuerdan que Cristina Kirchner tuvo dificultades con la cuestión durante los años de Barack Obama en el poder, con el que no cosechó el mejor de los vínculos.

La segunda cuestión prioritaria para el país será intentar destrabar el conflicto por los aranceles al biodiesel que se inició en 2017 cuando el Departamento de Comercio anunció subas de hasta el 72% para ese commoditie argentino que representaba el 90% de las exportaciones del país, siempre hablando de ese combustible. El golpe para el mercado fue de unos US$ 1.300 millones anuales y ni siquiera Mauricio Macri, cercano a Trump, logró destrabar la cuestión.

En la Casa Rosada entienden que Biden, un presidente que tendrá más apertura al mundo que Trump, podría sentarse a negociar una eventual marcha atrás con los aranceles. De no avanzar en esta línea, la Cancillería podría llevar la pelea a la Organización Mundial del Comercio (OMC), pero la intención es resolver el problema sin sobresaltos.

Acercar posiciones respecto a la crisis venezolana es otras de las cuestiones que Alberto Fernández desea concretar. En el Gobierno confían en que Biden dejará atrás la posición rígida de la administración Trump, que buscaba -según la Casa Rosada- destituir a Nicolás Maduro. El mandatario argentino confía en que su par norteamericano tenga un pensamiento respecto a Venezuela similar a la posición europea, que plantea una salida democrática de la crisis. Que el flamante presidente haya invitado al embajador de Juan Guaidó a su asunción abrió interrogantes en la Quinta de Olivos, pero entienden que se trata de un gesto, no una posición tomada al respecto.

Joe Biden conoce a la vicepresidentee Cristina Kirchner, con quien compartió la Convención Democrática en 2004 y la Cumbre Progresista en Chile, en 2009. Por aquel entonces la dirigente ya era presidente de la Nación y atravesaba su primer mandato al frente de la Casa Rosada.

Pese a la coincidencia respecto a que América Latina debía ocupar un lugar más preponderante en las prioridades de los Estados Unidos, el vínculo se enfrío al mismo tiempo que crecía la tensión entre Obama y Cristina Kirchner. El incidente diplomático en Ezeiza a comienzos de 2011 con un avión militar de los Estados Unidos que traía armamento para realizar prácticas de entrenamiento con la Policía Federal fue el puntapié de un vínculo que se desgastó con rapidez.

Biden fue vicepresidente del mandatario norteamericano, al que en el kirchnerismo critican por haberse “entrometido negativamente” en acuerdos con bonistas internacionales a los que la Argentina les debía dinero. A partir de allí, el nexo institucional y bilateral solo se mantuvo con Jorge Argüello, que nuevamente se encuentra al frente de la representación argentina en ese país y quien aseguró que está trabajando para una reunión entre Alberto Fernández y Joe Biden “El diálogo que han entablado el presidente y Biden ha sido muy positivo”, dijo el funcionario en diálogo con Futurock este Martes. (TN)

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Periodista, locutor, actor y editor de Semanario Argentino y de Radio A de Miami. Director de Diario Sur Digital.