
La entrega del Premio Nobel de la Paz de este año quedó atravesada por una incertidumbre inesperada: la persona galardonada llegó a Noruega, pero aún no se sabe si podrá asistir a la ceremonia oficial. El Instituto Nobel canceló la conferencia de prensa prevista y mantiene absoluto hermetismo sobre cómo será el operativo para su eventual aparición pública.
Mientras tanto, familiares de la premiada María Corina Machado -incluyendo a su madre, hermanas e hijos- aguardan en el Grand Hotel de Oslo, a pocas cuadras del lugar donde tendrá lugar la ceremonia. Aunque la líder política expresó su deseo de recibir el premio personalmente, su paradero exacto se maneja bajo extrema reserva por motivos de seguridad.

La situación está directamente relacionada con su disputa con el Gobierno de su país de origen, que la acusa de delitos políticos y amenazó con detenerla. Su salida del país y su posible aparición mañana en Oslo se convirtieron en un tema de interés mundial, con líderes internacionales ya presentes en la capital noruega, como el presidente argentino Javier Milei, para acompañar el evento.
El Premio Nobel de la Paz es el único galardón que no se entrega en Suecia: desde 1901, su sede oficial es el Ayuntamiento de Oslo (Oslo Rådhus), un edificio emblemático ubicado frente al puerto de la ciudad. Alfred Nobel dispuso en su testamento que este premio debía ser administrado y otorgado por el Comité Noruego, decisión que se mantiene intacta más de un siglo después.
La ceremonia se realiza cada 10 de Diciembre y sigue un protocolo estricto: ingreso de los miembros del Comité Noruego, discurso del presidente, lectura de la motivación del premio, entrega de la medalla y el diploma, y finalmente el discurso del laureado. Se transmite en vivo a todo el mundo y convoca a jefes de Estado, líderes sociales y referentes de derechos humanos.__IP__
Además del aspecto formal, la ceremonia tiene un fuerte componente simbólico: la presencia del premiado -o su ausencia- puede convertirse en uno de los mensajes políticos más potentes del año. En ocasiones anteriores, una silla vacía fue suficiente para exponer persecución, censura o la imposibilidad de ejercer libertades básicas.
A lo largo de más de cien años, este galardón acumuló historias, excepciones y tradiciones que lo distinguen del resto de los Nobel. Estos datos ayudan a entender por qué su ceremonia suele ser un hecho político global.
- Es el único Nobel entregado fuera de Suecia: se realiza en Oslo por decisión personal de Alfred Nobel.
- Ganadores ausentes por persecución política: como el activista chino Liu Xiaobo, cuyo premio se representó con una silla vacía en 2010.
- Solo puede otorgarse a individuos u organizaciones, jamás a gobiernos.
- El premiado no necesita asistir para recibirlo: la medalla y el diploma pueden entregarse posteriormente.
- Hubo renuncias polémicas: Henry Kissinger rechazó el premio de 1973 tras el retiro de Vietnam del Norte.
- No siempre se entrega: durante ambas guerras mundiales hubo años sin premiados.
- El Comité Noruego es independiente del gobierno: sus miembros son elegidos por el Parlamento, pero no pueden recibir instrucciones políticas. (NA)