Leandro Santoro : el claro ejemplo de lo que un político no debe ser . Por Pablo Dócimo

Con fecha 2 de mayo de 2020, el Legislador por CABA, Leandro Santoro, publicó en su cuenta de Twitter lo siguiente: “Circula una “nota” q afirma q cobro 3 sueldos. Es falso. Aclaro esto porque mi hija mayor ya tiene tuiter y lee todo. De cualquier manera no duda de su papá (entre otras cosas) porque cuando viene a casa tiene q dormir en un sillón. Problemas q los políticos q votan Uds no tienen”.

Seguramente, el legislador porteño debe hacer referencia a un artículo publicado en el portal de noticias Realpolitik.com.ar con fecha 08/11/2019 titulado “Legislador, docente y ñoqui: Leandro Santoro percibe tres sueldos del estado”. (1)
Sin embargo, en dicha nota, además de publicar los sueldos que cobraban hasta noviembre del año pasado tanto su ex suegro Leopoldo Moreau y su ex pareja Cecilia Moreau, podemos ver publicados varios recibos de haberes de los tres que certifican sus ingresos.
Pero más allá de esta situación, no es tanto el problema si Santoro cobra uno, dos, o tres sueldos. El problema de fondo es su discurso pseudo progre, que se estrella de frente con la realidad.

Con fecha 7 de abril, Santoro publicó en su página de Facebook un video con los momentos “más importantes” de una de sus alocuciones en la Legislatura porteña.
Ahora bien, analicemos, párrafo por párrafo su discurso, que en honor a la verdad podríamos titular “Como hablar para la tribuna”.
El discurso de Santoro arranca diciendo: “Yo creo que el modelo de ‘democracia elitista’ donde las tecnocracias tomaban decisiones y había un Estado mínimo está terminado en la Argentina.
En Argentina y en el mundo. Vamos camino a un estado comunitario, que va a obligar que la política genere pactos sustanciales para permitirle a la población estar representada pero además participar a pesar de las limitaciones y las restricciones que existen.”
En primer lugar, sería interesante que Santoro explique a quien o quienes se refiere cuando habla de “democracia elitista”, y quienes son los tecnócratas, pero además, habría que explicarle a él que precisamente el estado omnipotente al que aspira, a través de su ineficiencia lo único que genera es empelo público y un déficit fiscal sostenido por uno de los sistemas impositivos más perversos y distorsivos del mundo.
Pero insiste con el estado, y va por más, afirmando que “vamos camino a un estado comunitario que va a permitirle a población participar de las limitaciones y restricciones que existen”.

Claramente, lo que quiere decir el amigo Santoro es que aspira a construir un estado al mejor estilo Venezuela o Cuba, los más claros ejemplos del fracaso político y social, pero especialmente económico.
Luego, sigue con: “Nosotros somos los que pensamos que las crisis, en estos contextos, merecen un sacrificio mayor de los sectores más fuertes de la sociedad, y seguramente vamos a tener que pensar instrumentos para garantizar que esos sectores más acomodados puedan hacer de manera más solidaria un aporte para salir en los próximos meses de esta situación.”
Aquí, lo que dice es, literalmente, que los que pagamos impuestos paguemos más impuestos, punto. Pero en ningún momento habla del exorbitante gasto que ellos, los políticos, generan, más sus asesores, más sus viáticos, más todos sus beneficios. ¿Raro, no?

Y esta parte, realmente, no tiene desperdicio: “Necesitamos fundar una nueva cultura democrática. Y necesitamos que las instituciones estén a la altura de las circunstancias. Los militantes políticos tenemos la obligación de escuchar a la sociedad, pero a mi Raúl Alfonsín me enseñó de chico que lo peor que podía hacer un dirigente político era hacer solamente lo que la sociedad le decía.”

Aquí, al mejor estilo peronista, en lugar invocar al General como lo hacen todos, invoca, obviamente, a Raúl Alfonsín, y dice -algo que es totalmente incomprobable, por supuesto- que lo que Don Raúl le enseñó era “no hacer solamente lo que la sociedad le decía”. Raro que Alfonsín no le haya enseñado que además hay que ser honesto, porque al expresidente se lo podrá acusar de muchas cosas, pero jamás de ser deshonesto o corrupto.
Santoro cobra, al menos, un suculento sueldo. ¿Cuáles serían los actos de Santoro para justificar ese suculento sueldo que pagamos con nuestros impuestos? ¿Cuáles serían los logros de Santoro, a lo largo de su carrera política, que hayan beneficiado al país o a la ciudadanía como para justificar lo que viene cobrando desde hace años?
Pero además, Santoro forma, y formó parte, de este gobierno y del de Cristina Kirchner, el más corrupto de la historia universal. Se ve que Alfonsín, entonces, efectivamente no le enseñó al joven Leandro a ser honesto, o en tal caso no lo aprendió, porque cobra una fortuna del Estado por hacer nada, salvo ir a la Legislatura a decir discursos como este, y no es eso lo que podemos catalogar como una persona honesta.

Y luego agrega: “Un dirigente político tiene la obligación de estar un paso adelante de la sociedad. Así que no tengamos miedo de decir las cosas como son.

La política necesita de pactos, la política necesita de compromisos, y tenemos que dejar de hablar de nosotros mismos como si fuéramos observadores de la realidad para hablar como sujetos comprometidos con el cambio.”
Muy bien!!! aplausos para Santoro!!! entonces, que deje de ser un espectador de la realidad y aporte alguna idea, algo que genere riqueza o empleo en lugar de proponer, como buen pseudo progre, agregar más impuestos a los que ya pagamos.

Y ya, casi llegando al final, Santoro se despacha con esta genialidad: “No se puede construir la salida a esta pandemia y a esta crisis socioeconómica desde la anti política. No se puede tolerar tampoco, en esta casa, que se permitan discursos que trabajen sobre la lógica del cinismo y la doble moral haciéndole creer a la gente que en realidad no son parte de una solución que se necesita.”
Realmente, causa mucha indignación escuchar a alguien como él hablar de “doble moral”, pero claro, no debemos olvidar que Santoro fue un impulsor de la candidatura de Alberto Fernández desde la primera hora, el mismo Alberto que hablaba pestes de Cristina y su gobierno cuando era presidenta. ¿Sabrá Santoro que significa la doble moral?
Y finaliza su alocución con una espectacularidad: “Todos somos parte de la solución que necesita la Argentina y la Ciudad de Buenos Aires, y para eso estamos esta tarde acá, para honrar nuestro compromiso, que es con la democracia, que es con la política, y con la gente que nos votó.”
No, no todos somos parte de la solución, porque ellos, los políticos como él, son precisamente parte del problema.

Políticos como él son los que piden que “los que más tienen hagan un esfuerzo y sean solidarios”, y son los mismos que nunca jamás, tuvieron el más mínimo decoro de dar el ejemplo, renunciando o aunque sea bajando sus dietas, por lo menos como un acto simbólico.
Como se puede apreciar, en su discurso, Santoro no aporta nada nuevo. Lo único que pide y a lo que aspira es a que haya más políticos, más Estado, más empleo público y más impuestos.

En ningún momento habla de reducir el déficit fiscal, de eliminar gastos innecesarios o de como generar fuentes de trabajo.
De todas maneras, ya que seguramente el Legislador Santoro, o alguno de sus asesores leerán esta nota, y en caso de que no esté de acuerdo con lo aquí expuesto, le damos, como corresponde, el derecho a réplica para que amplíe o aclare sus conceptos. Puede contactarse con nosotros, será un verdadero placer.

(1) https://realpolitik.com.ar/nota/38574/legislador-docente-y-noqui-leandro-santoro-percibe-tres-sueldos-del-estado/

mm
Acerca de Pablo Dócimo 129 Articles
Escritor , periodista.

1 Comment

  1. Leandro Santoro, Gustavo Lopez si se presentaran para una eleccion de presidente del consorcio no los vota nadie !!! incapaces que solo subsisten chupando medias !!!