El gobernador republicano de Florida, Ron DeSantis, ganó la reelección para un segundo mandato el martes en una victoria dominante sobre el demócrata Charlie Crist, reforzando su ascenso como una estrella republicana prominente con posibles ambiciones en la Casa Blanca.
Ganó una atención nacional significativa durante el comienzo de la pandemia de coronavirus a través de su abierta oposición a los bloqueos continuos y a los mandatos de máscaras y vacunas, y finalmente mostró un entusiasmo por meterse en casi cualquier división cultural.
Su incesante postura combativa y su capacidad para aprovechar el poder del gobierno estatal a su voluntad hicieron que DeSantis se ganara el cariño de los principales donantes republicanos y lo convirtió en un heredero natural del expresidente Donald Trump en la mente de algunos votantes republicanos.
La victoria seguramente generará más especulaciones sobre una posible candidatura presidencial de DeSantis hasta ahora ha esquivado preguntas sobre sus posibles aspiraciones en Washington, eludiendo el tema repetidamente durante su único debate para gobernador con Crist a fines de octubre.
El año pasado, el Partido Republicano obtuvo más votantes registrados en el estado que los demócratas por primera vez en la historia moderna y luego continuó ampliando la brecha hasta noviembre.
En un gran golpe para los demócratas la noche de las elecciones, DeSantis ganó el confiablemente azul condado de Miami-Dade, el primer republicano en hacerlo en dos décadas. El gobernador agradeció al condado específicamente durante su discurso de victoria.
