Tensión entre la Casa Rosada y Kicuillof. Después del tiroteo en La Matanza, la tensión entre la Casa Rosada y el gobierno de Axel Kicillof se intensifica. Adorni culpó a la administración bonaerense del tiroteo debido a la disputa de tierras. En La Plata, prefieren no entrar en la polémica pero exigen respuestas sobre otros temas. Milei aumentó sus críticas, respondió a una cuenta falsa y luego al mandatario provincial.
Las declaraciones del portavoz presidencial, Manuel Adorni, responsabilizando al gobierno de la provincia de Buenos Aires por el tiroteo en La Matanza, que resultó en cinco muertos debido a la disputa de tierras, destacan la falta de diálogo entre ambas administraciones. Este incidente en el municipio del conurbano se suma a las críticas recientes en redes por parte del presidente Javier Milei hacia el gobernador Axel Kicillof. En La Plata, solicitan claridad en las acciones y fondos.
«Es un tema que compete a las autoridades del gobierno de la provincia de Buenos Aires», afirmó Adorni el lunes, al ser preguntado sobre el episodio de violencia en La Matanza. El enfrentamiento armado por la venta de terrenos tomados en el barrio 8 de Diciembre, ubicado en la localidad de González Catán, en el partido de La Matanza, dejó cinco muertos. El vocero presidencial criticó fuertemente la administración de Kicillof, expresando: «Evidentemente, el Estado tan presente no está en esos lugares. Han hecho tanta publicidad del Estado presente y de repente vemos gente matándose por tener un pedazo de tierra», concluyó.
Las críticas de Adorni llegaron a La Plata, donde fuentes cercanas al gobernador advirtieron que no hubo contacto por el incidente del domingo y consideraron la respuesta de Adorni como una provocación.
La tensión aumentó cuando el presidente criticó a Kicillof a través de un posteo en su cuenta X. Inicialmente, respondió a una publicación de una cuenta no oficial del gobernador. Milei contestó, y al darse cuenta de que era una cuenta falsa, el presidente envió la publicación al gobernador, mencionándolo correctamente en esta ocasión.
Más allá del conflicto en La Matanza, el diálogo entre la administración bonaerense y el gobierno nacional está ausente. Kicillof no ha vuelto a reunirse ni a intercambiar mensajes con el presidente desde la última reunión en Casa Rosada con todos los gobernadores.
A pesar del desacuerdo ideológico esperado, en La Plata buscan respuestas sobre temas de gestión pendientes, como el plan de Infraestructura Penitenciaria. Este programa implica la construcción de cárceles y alcaidías, donde el gobierno nacional proporciona fondos para que la provincia realice las obras. Actualmente, hay 74 unidades en la provincia, alojando a más de 51 mil internos. «Ese tema debería interesarles, pero tampoco», advierte una fuente cercana al gobernador.
Según el Ejecutivo bonaerense, el último ministro que tuvo contacto con funcionarios nacionales fue Jorge D’Onofrio, encargado del área de Transporte, debido al paro de colectivos en el AMBA. Otro encuentro fue entre el ministro de Seguridad bonaerense, Javier Alonso, y su par de la Nación Patricia Bullrich. En La Plata, sugieren que el ministro del Interior, Guillermo Francos, se encarga de las demandas provinciales, aunque su margen de acción tiene límites.
Ante la falta de comunicación percibida en La Plata, Kicillof busca establecer vínculos con otras provincias. La semana pasada, el ministro de Gobierno bonaerense, Carlos Bianco, se reunió con el vicegobernador de Río Negro, Pedro Pesatti, con el objetivo de avanzar en una agenda interprovincial común.
La intención es promover comisiones mixtas e interprovinciales para abordar temas de gestión con otros subestados, ya que Buenos Aires limita con Santa Fe, Córdoba, La Pampa, Entre Ríos y Río Negro. Kicillof busca mejorar el diálogo de gestión en un contexto complicado para todas las provincias, especialmente en lo que respecta a la transferencia de recursos.
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