Miami se destaca no solo por sus encantadoras playas, su agradable clima y vibrante vida nocturna, sino también por sus notorios embotellamientos. Un estudio reciente realizado por INRIX, una firma especializada en análisis de movilidad, ha colocado a Miami en el octavo puesto a nivel mundial en términos de congestión vehicular, registrando un incremento del 30% en el tráfico entre 2021 y 2022.
Este análisis revela que los automovilistas en Miami desperdician aproximadamente 105 horas anuales atrapados en el tráfico, lo cual representa un significativo costo económico y ambiental. Así, la conocida como Capital del Sol figura junto a metrópolis como Nueva York, Chicago y París en este ranking. A pesar de que la pandemia de coronavirus redujo la circulación vehicular en un 57% durante el 2020, esta disminución no fue suficiente para mejorar la posición de Miami en la lista de ciudades con mayor tráfico. Entre las causas de esta congestión se incluyen el crecimiento poblacional, la insuficiencia del transporte público y la limitada infraestructura vial.
Daniella Levine Cava, alcaldesa de Miami-Dade, ha afirmado que la mejora del transporte público es clave para resolver este problema, y su gestión se encuentra enfocada en ampliar las opciones de movilidad para habitantes y turistas.
La congestión en las carreteras es un tema de preocupación para las autoridades, ya que puede impactar negativamente en los tiempos de respuesta ante emergencias. Los residentes de Miami experimentan frustración, estrés y riesgos al navegar por vías saturadas, expresando su insatisfacción con la situación actual.
Para mitigar estos problemas, algunas compañías están implementando la inteligencia artificial para recopilar y analizar datos sobre el tráfico, buscando prevenir incidentes viales. Adicionalmente, el Departamento de Transporte de Florida ha contratado a Rekor Systems, que utiliza tecnología de sensores y cámaras para monitorear el tráfico en tiempo real, mejorando la detección de incidentes en un 49% comparado con métodos convencionales.
La congestión no es un problema exclusivo de Miami, sino que afecta a todo el estado de Florida, el tercer estado más poblado de EE. UU., y se espera que continúe creciendo en los próximos años.
