Por Dr. Guillermo Capuya
El herpes zóster, también llamado culebrilla, es una infección viral que genera una erupción dolorosa en la piel. Cualquier zona del cuerpo puede ser afectada. Se presenta como una franja de ampollas que envuelve el lado derecho o izquierdo del torso. También puede presentarse en cara cuello o alrededor de el ojo.
Tras los primeros días comienza la fase aguda de la enfermedad, en la que aparece la erupción en la piel, con ampollas y dolor agudo. Al cabo de unos 10 días, las vesículas se convierten en costras, que normalmente duran entre 2 a 4 semanas.
No es una enfermedad que pone en riesgo la vida pero puede alterar su calidad. La complicación más frecuente (30%), es la neuralgia posherpética (NPH) que puede llegar a durar meses o años.
El virus es el mismo que provoca la varicela, el Virus Varicela Zóster. Después de tener varicela ese virus no desaparece del cuerpo, se mantiene en estado latente y años más tarde puede reactivarse como herpes zóster.
Síntomas y signos
Ampollas pequeñas con líquido en su interior. Dolor, hormigueo y picazón. Hipersensibilidad de la piel.
Sarpullido. Pigmentación. Fiebre. Dolor de cabeza. Fotofobia (intolerancia a la luz).
Causas
Cualquier persona que haya tenido varicela puede tener herpes. Este virus queda dentro del sistema nervioso, inactivo, hasta que por diversas condiciones (edad sistema inmune debilitado, estrés agudo, algún tipo de cáncer, etc.) este virus se reactiva viajando por las vïas nerviosas hasta la piel.
Este virus puede transmitirse a otra persona que no sea inmune a la varicela y que haya estado en contacto directo con el líquido de las ampollas abiertas. En este caso la persona tendrá varicela. Cuando las ampollas cicatrizan se forman costras y dejan de ser contagiosas . Se debe evitar el contacto con mujeres embarazadas, niños/as y personas inmunocomprometidas.
Factores de riesgo
HABER TENIDO VARICELA: la mayoría de los adultos (90%) han tenido antes de la aparición de vacuna.
EDAD: 1 de cada 2 personas desarrollará Herpes Zóster a lo largo de su vida. El riesgo de padecer la enfermedad aumenta de los 40 a los 50 años y continúa aumentando cada año. A los 85 años el riesgo aumenta a 1de cada 2 personas.
VIH/SIDA.
CANCER.
RADIO Y QUIMIOTERAPIA.
MEDICAMENTOS: inmunosupresores, tratamiento prolongado con corticoides.
Complicaciones
- Neuralgia postherpética
- Inflamación del cerebro (encefalitis)
- Parálisis facial
- Pérdida de visión
- Pérdida de audición
- Trastornos del equilibrio
- Infección de la piel
Prevención
VACUNA
Recientemente aprobada en Argentina, con eficacia superior al 90% desde el momento de la vacunación y hasta al menos 10 años después. Desde su primera aprobación en EE. UU. y Canadá en 2017 para la prevención del Herpes Zóster en adultos de 50 años o más, la vacuna ha sido aprobada en más de 40 países. En varios países, incluidos los EE. UU., la Unión Europea ha sido aprobada para adultos mayores de 18 años con riesgo aumentado de desarrollar Herpes Zóster. Las personas inmunodeprimidas presentan un mayor riesgo de contraer Herpes Zóster y las complicaciones asociadas, siendo esta la única vacuna contra el Herpes Zóster aprobada para esta población de riesgo.
La vacuna se administra en 2 dosis.
El diagnóstico es clínico. Además en caso de ser necesario se puede tomar una muestra de tejido o hacer un cultivo de las ampollas para enviar al laboratorio.
Tratamiento
No hay cura para el herpes zóster. El tratamiento precoz con antivirales puede acelerar la recuperación y reducir el riesgo de complicaciones. Se pueden utilizar bajo prescripción médica
- Aciclovir
- Famciclovir
- Valaciclovir
Para el dolor intenso
Anticonvulsivos, como la gabapentina
Antidepresivos tricíclicos, como la amitriptilina
Anestésicos, como la lidocaína, en crema, gel, espray o parche para la piel
Una inyección que podría ser de corticoides o de anestésico local
Capsaicina en parche