Avances científicos en la comunicación animal. Con la asistencia de algoritmos sofisticados, los científicos están avanzando considerablemente en la elucidación de los enigmas relativos a la manera en que los seres vivos se expresan, desde cetáceos hasta cornejas.
La IA está desvelando nuevas perspectivas en la indagación de la interacción animal, según un detallado informe de la respetada revista Scientific American. Desde el empleo de herramientas por parte de las cornejas de Nueva Caledonia hasta las complicadas vocalizaciones de las ballenas, los adelantos en la inteligencia artificial están facultando a los expertos para develar los misterios del discurso animal de un modo sin precedentes.
Los esfuerzos de Apple en el ámbito de la inteligencia artificial están focalizados en su asistente vocal, Siri. Christian Rutz, especialista en ecología conductual de la Universidad de St. Andrews, ha consagrado gran parte de su carrera al estudio de las habilidades de las cornejas de Nueva Caledonia. Estas aves, que subsisten en intrincadas estructuras sociales, no solo elaboran útiles sino también emiten variadas vocalizaciones según su adscripción grupal. Rutz se plantea si estas divergencias podrían explicar las disparidades en la producción de herramientas entre los distintos grupos.
La inteligencia artificial está proporcionando instrumentos para dar contestación a estos interrogantes. Aza Raskin, uno de los fundadores del proyecto sin fines de lucro Earth Species Project, apunta a Scientific American que la IA podría en breve posibilitar la decodificación de aspectos como los llamados de las cornejas. Su equipo está recolectando una vasta gama de datos procedentes de diversas especies para erigir modelos de aprendizaje automático que los analicen. Otros conjuntos, como el Proyecto de Traducción de Cetáceos (CETI), se centran en la comprensión de una especie específica, en este caso, la ballena esperma.
Shane Gero, científico residente en la Universidad de Carleton, ha registrado detalladamente dos clanes de ballenas esperma en el Caribe. Descubrió que las ballenas parecen emplear pautas de sonidos específicas, denominadas «codas», para identificarse mutuamente. Con el respaldo de la IA, Gero y su equipo pudieron reconocer adecuadamente a un reducido subconjunto de ballenas individuales a partir de las codas en un 99% de las ocasiones.
El artículo detalla que la cantidad de información sobre animales ha experimentado un crecimiento exponencial gracias a tecnologías más económicas y perfeccionadas, como hidrófonos, dispositivos de registro biológico y aeronaves no tripuladas. La IA, que florece en extensas cantidades de datos, se está convirtiendo en una herramienta inestimable para los biólogos. Los modelos de aprendizaje automático están contribuyendo a descubrir patrones y secuencias en la comunicación animal, lo cual podría tener aplicaciones prácticas en iniciativas de conservación y bienestar animal.
Sin embargo, el empleo de la IA en este ámbito también plantea dilemas éticos. Karen Bakker, investigadora de innovaciones digitales, advierte que la tecnología podría ser utilizada para la pesca selectiva e incluso la caza ilegal. Christian Rutz y otros autores señalaron en un artículo reciente en la revista Science la urgente necesidad de «directrices de óptimas prácticas y adecuados marcos legislativos».
LA
