La administración de Javier Milei está considerando la implementación de tarifas de luz diferenciadas por horario a largo plazo. La idea es fomentar el uso de dispositivos en momentos de menor demanda energética.
En medio de la reducción de subsidios y el aumento de tarifas de servicios, el gobierno de Javier Milei estudia la posibilidad de establecer tarifas de luz según el horario de consumo. Este enfoque, similar al adoptado en algunos países europeos, busca incentivar el uso de aparatos electrónicos de alto consumo, como lavadoras, en horarios de menor demanda para reducir costos.
El objetivo es hacer más eficiente el consumo de energía, disminuir los picos de demanda y aprovechar mejor la infraestructura al menor costo posible. El plan requiere una inversión significativa en medidores inteligentes y la adaptación de la red, por lo que se prevé a mediano y largo plazo.
El proyecto se basa en un informe del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), que explica que con este esquema diferenciado, «el usuario paga más o menos por el servicio eléctrico según lo utilice en momentos de mayor o menor demanda del sistema».
El documento destaca que «los picos de consumo desafían la estabilidad de la red eléctrica. La infraestructura capaz de soportarlos es costosa, y la inversión necesaria es elevada, considerando que, salvo excepciones, dicho soporte se usa solo durante períodos cortos cada día».
Por esta razón, el objetivo final es «reducir la intensidad de los picos posibles». En algunos países europeos ya se aplica esta metodología, donde el precio del kW/h varía según la franja horaria. Por ejemplo:
- El costo es más alto en horas de mayor consumo: días laborables de 9 a 14 hs y de 18 a 22 hs
- El costo es más bajo los días laborables de 00 a 8 hs y durante todo el día en Sábados, Domingos y festivos.
- El costo es intermedio los días laborables de 8 a 10hs, de 14 a 18hs y de 22 a 00hs.
«La tarifa se convierte así en una variable económica que condiciona el consumo y eventualmente educa al usuario sobre la utilización eficiente de un recurso limitado y contaminante, ya que contribuye a la emisión de dióxido de carbono», explicaron.
Sin embargo, la adaptación de la red nacional implicará una gran inversión, ya que la mayoría de los 15 millones de usuarios domiciliarios tienen medidores electrónicos convencionales, cuyo costo ronda los 20 dólares. Para implementar tarifas diferenciadas por horario, sería necesario reemplazarlos por medidores inteligentes, que cuestan entre 80 y 100 dólares.
“El mundo avanza hacia el uso de medidores inteligentes, algo común en países del ‘primer mundo’. Mejoran la calidad del servicio, pero su implementación depende de la regulación para poder incorporar su costo en la tarifa”, señalaron.
Mediante la Resolución 100/2024, el ENRE https://www.boletinoficial.gob.ar/detalleAviso/primera/308749/20240606estableció un Comité de Estudio de Redes Inteligentes para analizar la introducción de estos medidores en las áreas de concesión de Edenor y Edesur, y aprobó los lineamientos para la realización de pruebas piloto de viabilidad y factibilidad.
LA
